La rápida reacción de una vecina del barrio Norte evitó un hecho de violencia mayor. El agresor fue detenido en el lugar por la Policía.
Actualidad17/10/2025
Redacción Abierta
Una madrugada tensa se vivió en Plaza Huincul cuando una vecina del barrio Norte escuchó ruidos extraños en su casa y decidió activar el botón antipánico. El sistema funcionó como debía: la Policía llegó de inmediato y detuvo a su expareja, quien tenía una restricción perimetral vigente y estaba intentando ingresar por la fuerza.
Según se supo, el hombre fue sorprendido in fraganti por los efectivos policiales, que lograron neutralizar la situación antes de que pasara a mayores. La víctima, que estaba sola en su domicilio, no sufrió agresiones físicas, pero sí atravesó un momento de extrema tensión.
Este tipo de episodios vuelve a poner en primer plano la fragilidad del sistema de protección ante situaciones de violencia de género. Aunque existía una medida judicial que prohibía al agresor acercarse, eso no fue un impedimento para que intentara violarla.
Gracias a la tecnología del botón antipánico y a la respuesta inmediata de la Policía, la situación no pasó a mayores. Sin embargo, el caso deja en evidencia que las medidas judiciales por sí solas no siempre alcanzan para garantizar la seguridad de las víctimas.
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